Existen infinidad de lenguajes de programación, ¡de las variadas formas y colores!, los lenguajes pueden clasificarse de acuerdo a muchos criterios, uno de ellos puede ser el de su utilidad o aplicación.
Existen lenguajes de propósito general y lenguajes de programación de propósitos específicos, no significa esto que un lenguaje en particular, no pudiese aplicar para realizar una determinada tarea, sino que, pudiese existir, otro lenguaje que se adapte más al esquema del problema que estemos trabajando. Por ejemplo, si es un problema de corte científico, se pudiese utilizar Matlab, cuyo propósito es específico para estas actividades. Pero si se desea crear un sistema web, Matlab no nos va a servir, aunque si pudiésemos crear un ambiente local.
En fin, los lenguajes de programación son muy diversos, pero la pregunta del siglo es: ¿Debo aprenderlos todo?, por supuesto que no, todos los lenguajes tienen una estructura definida, la cual incluso comparten con otros lenguajes, de manera que al aprender uno, los demás se harán más fáciles de aprender, en particular aquellos que se encuentren definidos en la misma línea de desarrollo.
Por ejemplo, al aprender el lenguaje de programación C, se facilitará el aprendizaje del lenguaje C++, el cual deriva de su raíz, sin embargo, el aprendizaje del lenguaje C++, no involucra el aprendizaje del lenguaje C, sería lo ideal, pero no es estrictamente necesario.
Lo que recomiendo, en particular, es desglosar estructuralmente el lenguaje para aprenderlo con mayor rapidez y sobre todo, no memorizar nada, ¡el cerebro no es para eso! Si se requiere refrescar, se busca la ayuda correspondiente, la cual actualmente existe en abundancia y, en la medida que trabajemos con el lenguaje, más versátiles nos volveremos y más formas podemos crear, las posibilidades son infinitas.
¡No hay edad para aprender, así que a comenzar ya!