Muchas veces no nos damos cuenta, pero si nos paráramos y escucháramos, podríamos observar que siempre alrededor de nosotros existe música. No solo como una canción que es lo primero que se nos viene a la mente, sino a través de diferentes aspectos, tal vez solo sea con un sonido que se repite de forma más o menos periódica.
Es ahí el ritmo que es una parte fundamental de la música, incluso nosotros mismo en nuestro día a día hacemos ritmo en nuestra forma de andar, en nuestra forma de hablar. Y además del ritmo podemos encontrar la melodía que es cuando hay un conjunto de sonidos, que puede ser tal vez los pitidos en un atasco, el sonido de los pájaros, una conversación…. Y no solamente eso, también a nuestro alrededor hay diferentes timbres que es una de las cualidades de la música y que nos hace diferenciar un sonido de otro.
Ahora sí, si te tomas tu tiempo, cierras los ojos y te pones a apreciar lo que te rodea, Te darás cuenta de lo que he escrito pasa en nuestro día a día sin muchas veces percatarnos de ello. Por eso creo que la música se le debería dar más importancia porque está en nosotros y en nuestro mundo y que aprendiendo de ella y disfrutando nos puede dar grandes aportaciones tanto individual como colectivamente.
Hoy hablaba con una de mis hermanas que me había mandado una historia que trataba sobre la música y alguno de los muchos beneficios que puede tener. Conocemos gracias a estudios que se han realizado algunos beneficios que nos aporta la música y el poder de transformación que tiene.
La música tiene un gran poder en el deporte, motivándonos, restando fatiga y mejorando nuestro rendimiento. También en el marketing, ya que a través de ella nos llama la atención y ponemos nuestro foco de atención en ello. Incluso y muy importante en la salud, ya que nos ayuda a combatir situaciones físicas y mentales.
Además de lo dicho anteriormente y relacionado, la música contribuye a nuestro desarrollo, incidiendo positivamente en nuestros ámbitos cognitivos, emocionales, sociales y psicomotrices, siendo un instrumento de educación en nuestra persona.
La música es algo “Indescifrable, indescriptible, algo que llega a nosotros de diversas formas y nos hace sentir, evocar situaciones" y un sinfín de acciones y sentimientos y que en cada uno puede ser diferente.
Si le diéramos la suficiente importancia al aprendizaje de la música, veríamos como mejora la memoria y la atención, nos sirve de regulador emocional, facilita la socialización y potencia la creatividad de cada persona.
Raquel Cámara Pellissó