¿Cómo motivar al alumnado de formación profesional?

Tras mi estancia en el periodo de prácticas en un IES, participando en las clases de formación profesional básica, me he dado cuenta del bien que puede hacer esta modalidad en algunos chavales y lo poco considerado que está por parte de las administraciones.

Empieza a dar clases particulares

Si bien es cierto que son proyectos financiados con fondos europeos, se debe tener en cuenta las necesidades de los alumnos a los que van dirigidos. Ya que en la mayoría de ocasiones se trata de alumnos con dificultades de aprendizaje o bien con niveles socio-económicos complicados, por lo que necesitan más atención personalizada, lo cual no se hace posible al tener un único profesor para entre 10 y 15 alumnos.

Además de estas dificultades por la falta de profesorado atendiendo, se junta la falta de motivación por parte de muchos docentes para dar clases a estas personas. En muchas ocasiones, el profesor que imparte clases en la FPB las da porque "le ha tocado", y intentan pasar lo más cómodo posible e intentando evitar al máximo los conflictos con el alumnado. Esto lleva a no motivarles y no buscar temario y actividades acordes a las necesidades del alumnado.

Por otra parte, el currículum propuesto para esta especialidad es demasiado amplio teniendo en cuenta las necesidades de aprendizaje y las diferencias de nivel con las que nos encontramos, por lo que se hace muy complicado de seguir y cumplir correctamente.

Mi propuesta personal para poder abordar estas clases es invertir tiempo en ellos, conocer sus inquietudes, qué quieren hacer y cómo les gustaría hacerlo. Valorar cada acción que realizan en el aula y hacerles sentir que valen, darles confianza en sí mismos y ayudar a que consigan sus objetivos, motivándolos por un futuro donde tengan un empleo de calidad e intentando que lleguen a estudiar un ciclo de grado medio para tener un mínimo de formación.

La gente cuando le dices que te gusta dar clases en FPB piensa que estás loco, para mí, con mi experiencia personal, han sido de las mejores horas que he pasado en el instituto, ver cómo consigues que se motiven, como al final ellos mismos se sorprenden de lo que han aprendido y hasta donde han logrado llegar. Eso hace que merezca la pena cada esfuerzo realizado en adaptar el contenido a sus necesidades y cada segundo invertido en hacerles creer en sí mismos.

Quizá nunca en mi vida he tenido tan claro que quería ser profesora, después de mi experiencia con ellos, lo tengo claro, me gusta saber que mi tiempo invertido, aunque sea solo en uno de la clase, ha merecido la pena, que se llevan alguna enseñanza y alguna reflexión y que quizás no ahora, pero en el futuro se acordarán de mí, y espero que para bien.

Se habla mucho de metodologías activas, de la motivación del alumnado y de la necesidad de que desarrollen competencias para el futuro, pero se habla poco y se investiga poco sobre cuáles son las necesidades reales de los adolescentes. Son personas, con diferentes cosas en la cabeza, con diferentes creencias y pensamientos, pero tienen el mismo derecho que nosotros los adultos a desarrollarse y a que se tenga en consideración sus problemas y preocupaciones, que muchas veces se hacen de menos y esto puede llevar a que se sientan infravalorados y esto cause un descenso en su motivación.

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