Cuáles son las tres patas del buen opositor

Si por cada vez que me hubiéran preguntado qué es lo que hace que un opositor sea un buen opositor me hubiéran dado un euro... pues seguiría igual de pobre, pero varias cenas me hubiéran salido gratis. Vamos a verlo en este post porque no tiene magia: Cada opositor está sentado en un taburete de tres patas.

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Como obtener el éxito en tus oposiciones

Hay tres elementos que predicen el éxito de un opositor, y no fallan. Llevo viéndolos desde que tengo alguna relación con el empleo público. Y ya ha llovido:

1) Tener buenas bases

Ya, ya sé que a nadie le descubro América. Un buen coco ayuda. Si eres inteligente y tienes buena memoria punto a tu favor, está claro. Pero hay algo que me gustaría destacar: Este factor está sobrevalorado.

He visto ya a mucha gente opositar y a mucha llegar a la función pública. Y no, no hay tantas diferencias de capacidad. Es decir, las hay, pero dentro de una horquilla no tan amplia. Piensa que la gente que realmente está a otro nivel no oposita ni a C2 ni a C1 ni a A2: Están preparándose Notarías, o Abogacía del Estado, o para juez, o con un doctorado dando clases en la universidad. No están aquí. No te los vas a encontrar el día del examen.

Esto es importante porque solemos ver nuestro propio nivel de inteligencia como un factor inamovible, un límite contra el que no podemos hacer más. Y bueno, en cierta medida es así. Pero si te digo que no importa tanto, y que he visto fracasar a muchos alumnos con cabezas excelentes, ¿verdad que tomamos una nueva perspectiva?

2) Tener unas buenas circunstancias

Las circunstancias de tu vida importan, y mucho. No es lo mismo si puedes estar a plena dedicación que si tienes un trabajo por las mañanas y tres niños por las tardes. Esto es así.

Pero hay factores sobre los que puedes influir. De entrada, quizá opositar no debería llegar a ser lo más importante de tu vida, pero... quizá dentro del top5 debería estar siempre. Y, en los meses anteriores del examen, quizá dentro del top3.

Esa escala de prioridades solo la marcas tú con tus actos. Hay un porcentaje de tus circunstancias que sí puedes controlar. Y ese control pasa por saber decir que no incluso a cosas que nos apetecen, y a concienciar a nuestro entorno para que nos descargue de ciertas tareas cotidianas.

¿Asumes que opositar significa que habrá cosas para las que vas a tener menos tiempo? ¿Que vas a tener que decirle que no a bastantes asuntos para poder decirle que sí a la oposición?

A tenor de esto, en nuestras circunstancias juega un papel crucial nuestro entorno inmediato. Padres o pareja especialmente, según el caso. Hay un abismo entre que apoyen nuestra decisión de opositar, o que la consideren una pérdida de tiempo.

¿Tus padres o pareja te apoyan? Pues tienes un tesoro. Lo digo en serio.

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3) Resiliencia y buena disciplina

La palabra "resiliencia" molaba mucho más antes de que se hiciera tan conocida. Pero bueno, no voy a dejar de usarla por eso. Hablando en román paladino, la resiliencia es tu capacidad de levantarte de la lona cuando te acaban de soltar un derechazo.

Y créeme, golpes te vas a llevar unos cuantos. Aunque ya lo sabes:

"Este tema es dificilísimo y no me lo voy a aprender en la vida, me duele la cabeza de estudiar, Sergio me ha preguntado y no me lo sabía bien, me ha puesto un test y vaya catástrofe, he hecho una prueba grupal y qué mal porque he quedado cerca del final, mi entorno dice que estoy perdiendo el tiempo, la casa se me viene encima, no puedo pasar más tiempo sin trabajar, no voy a lograr saberme todo a tiempo, el examen se me echa encima, Y ENCIMA VOY AL EXAMEN Y NO LOGRO PASAR EL CORTE, Y TENGO QUE VOLVER A EMPEZAR DE CERO PARA LA SIGUIENTE CONVOCATORIA"

Pues la resiliencia es tu capacidad de encajar todos esos golpes, y seguir estudiando un día más. La palabra "constancia" se queda corta. La constancia es la capacidad de mantenerse en un mismo camino día a día, sí. Pero al opositor todo le golpea. Se golpea él mismo incluso, con sus propios pensamientos. Ya no es una mera cuestión de mantenerse en un camino. Más bien es la habilidad de mantenerse en pie y seguir peleando mientras se encajan golpes.

Los sprints son para los listos, pero las carreras de fondo son para los resilientes.

Y esto es una carrera de fondo.

Porque deberias ser funcionario y porque no puede serlo todo el mundo

Si todos estamos de acuerdo en que ser funcionario es una de las mejores cosas que se pueden hacer en este país para tener un alto nivel de bienestar laboral, ¿por qué no lo hace todo el mundo?

Por esto. Porque flaquean gravemente en alguna de las tres patas anteriores, y a menudo lo saben hasta de antemano. Todos los casos de opositores serios que conozco que han desistido sin lograrlo tienen como causa carencias graves en una de las patas de su taburete. Y, lo más común, en la tercera.

Revisa las patas de tu taburete. ¿En cuál flaqueas? ¿Puedes fortalecerla?

No todo el mundo puede, o está dispuesto, a pagar el precio de ser funcionario. Es altísimo, no vamos a negarlo. Desconfía del que lo venda de otro modo.

Pero se puede.

Para ser funcionario no necesitas nada que no puedas tener.

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