Estas últimas semanas se hacen ya pesadas para la gran mayoría que, como yo, nos hemos visto forzados a dejar de ir a trabajar hasta nuevo aviso.
El tiempo que yo antes dedicaba a pensar, reflexionar y plantearme el futuro ahora se ha convertido en casi. Un 70% de mi día... Y yo a esto no estaba acostumbrada desde que estaba en el colegio y teníamos esas eternas vacaciones que hacían que casi llegadas a su fin deseáramos volver a clase.
La reflexión a la que llego a menudo es que de todo hay que sacar provecho, que en estas no nos vamos a volver a ver otra vez (esperemos que no) y que tenemos que sacar partido al máximo.
Es importante hacer aquellas cosas para las que nunca tenemos tiempo, y no estoy diciendo que demos un giro de 360 grados a nuestra vida, sino que hagamos aquello que siempre evitamos porque estamos muy cansados o demasiado ocupados y que acaban en un segundo plano. Ahora aquellas cosas que ocupaban nuestro tiempo se han "dado de baja" por un momento.
En mi caso gano esas 2 horas que suponían ir y volver del trabajo cada día y que siempre me parecieron una pérdida de tiempo, por cierto. Esas 2 horas ahora las invierto en nuevos "hobbies" como son la jardinería (tengo 3 semillas de aguacate germinando y disfruto viéndolas crecer cada día) y arreglar cosas de casa que siempre dejo para mañana. Y es que resulta que ese "mañana" es hoy y el cambio de perspectivas nos va a abrir muchas posibilidades en el futuro próximo el cual estoy deseando conocer.
Feliz semana :)
