Mi método de dar clases se adapta a las necesidades de cada alumno, así como a su edad y preferencias; en términos generales, mis clases son muy dinámicas, impartidas en inglés todo el tiempo (evidentemente, adaptándome al nivel de cada alumno). Con niños y adolescentes, suelo optar por llevar a cabo actividades divertidas que, no obstante, son muy fructíferas a la hora de aprender (precisamente...
Mi método de dar clases se adapta a las necesidades de cada alumno, así como a su edad y preferencias; en términos generales, mis clases son muy dinámicas, impartidas en inglés todo el tiempo (evidentemente, adaptándome al nivel de cada alumno). Con niños y adolescentes, suelo optar por llevar a cabo actividades divertidas que, no obstante, son muy fructíferas a la hora de aprender (precisamente por su condición de ser agradables). Enseño la gramática del idioma haciendo comparaciones directas con las del español, facilitando mucho su comprensión y adquisición.
Con respecto al alumnado adulto, siempre es un método personalizado y adaptado a los intereses del mismo, pero también manteniendo esa dinámica entretenida que hacen del aprendizaje del idioma un entretenido reto, a la vez que efectivo.
Dependiendo del acento que prefiera adoptar el alumno, la parte oral de las lecciones las doy o bien en inglés británico o bien en inglés americano (a nivel morfosintáctico son muy similares, tan solo hay unas ligeras diferencias léxicas). Para aquellos interesados en aprender ambos dialectos, también dispongo de tablas y ejercicios que comparan cada uno de ellos.
Creo que la enseñanza se debe hacer desde el corazón y la vocación, y yo tengo ambas; de este modo, mi experiencia con todos los alumnos que han pasado por mis manos siempre ha sido muy satisfactoria, tanto para ellos como para mí como docente. He tenido alumnos de todas las edades y que partían de todos los niveles posibles, pero todos han salido de mis lecciones muy satisfechos, al igual que yo orgullosa de ellos y del éxito de las clases.