Lo más importante es potenciar las ganas del alumno para aprender. De nada sirve intentar que adquiera los conocimientos necesarios a través de la presión sino que hay que despertar su curiosidad para que perciba su educación como un juego y no como una obligación. En mis clases me centro mucho en eso. Intento modificar la metodología en función de la personalidad del alumno para que podamos lleg...
Lo más importante es potenciar las ganas del alumno para aprender. De nada sirve intentar que adquiera los conocimientos necesarios a través de la presión sino que hay que despertar su curiosidad para que perciba su educación como un juego y no como una obligación. En mis clases me centro mucho en eso. Intento modificar la metodología en función de la personalidad del alumno para que podamos llegar a ese punto en el que se divierta aprendiendo. Intento, además, combinar la enseñanza de las materias con algo que le guste al alumno ¡resulta mucho más eficiente cuando él ve que los conocimientos que adquiere los puede aplicar a algo que le gusta! A lo largo de nuestra vida como estudiantes, más de una vez nos hemos preguntado para qué servía aprender esto o aquello y creo que dar respuesta a esa pregunta es muy útil para dar pie a que los pequeños acaben cogiéndole el gusto a aprender.
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