Imagina que empiezas a dar clases porque necesitas mejorar en ciertas asignaturas. Imagina que pasan las sesiones y aprendes sin ni siquiera tener la sensación de que estás estudiando. ¿Cómo es posible? Solo tenemos que cambiar el enfoque. Estudiar también es divertido si le damos un significado para el día a día. Lo más importante es conocer el punto de partida y los que realmente te interesa, e...
Imagina que empiezas a dar clases porque necesitas mejorar en ciertas asignaturas. Imagina que pasan las sesiones y aprendes sin ni siquiera tener la sensación de que estás estudiando. ¿Cómo es posible? Solo tenemos que cambiar el enfoque. Estudiar también es divertido si le damos un significado para el día a día. Lo más importante es conocer el punto de partida y los que realmente te interesa, encontrar el enfoque que despierte tu curiosidad y aprender. Cada alumno o alumna entiende de una manera y tiene gustos distintos. ¿Por qué tendríamos que estudiar todos de la misma forma? Lo que he aprendido como estudiante y como profesora es que soy consciente de que domino un tema cuando soy capaz de enseñárselo a otra persona . Ese será nuestro objetivo, que te conviertas en un experto o experta de tu materia. En mi caso fue con matemáticas. Llegó un momento en que estudiaba simplemente para aprobar. Hasta que un amigo necesitaba mi ayuda. Entonces me hice experta en el tema y conseguí que él aprobara. Yo aún no era profesora pero me convertí en experta para poder ayudarle. Esa fue mi motivación. Mi tarea en este momento es encontrar la tuya. ¿Te animas?