Estudiante de Dramaturgia y Dirección Escénica en la RESAD.
Profesor particular de Primaria, Bachillerato y ESO durante dos años.
Profesor y director de taller de teatro en institutos desde 2018.
Actor en compañía Melpómene Teatro desde 2017.
En cuanto a mi faceta de director/profesor teatral, opino que todo proceso o grupo es particular y debe ser tratado cono tal. Se deben realizar actividades...
Estudiante de Dramaturgia y Dirección Escénica en la RESAD.
Profesor particular de Primaria, Bachillerato y ESO durante dos años.
Profesor y director de taller de teatro en institutos desde 2018.
Actor en compañía Melpómene Teatro desde 2017.
En cuanto a mi faceta de director/profesor teatral, opino que todo proceso o grupo es particular y debe ser tratado cono tal. Se deben realizar actividades y ejercicios concretos primero para generar un grupo cohesionado y segundo para generar una dinámica, una atmósfera e incluso un lenguaje común. Esto se puede aplicar a un taller de teatro, a una asociación o incluso a un montaje profesional.
Aunque siempre hay que dejar claro la relación director/intérprete se debe crear un vínculo cercano porque la experiencia teatral fluye de uno mismo, a partir de experiencias propias o imaginación (quizás siendo esto segundo lo más saludable) y el director debe saber guiar al intérprete a través de este pensamiento y en muchas ocasiones, quizás, reconfortarle.
Si nos metemos en la vorágine adolescente, con los que he estado trabajando durante años, debemos tener en cuenta, principalmente, sus necesidades y saber el por qué. Siempre el por qué. Que carencias hay y qué virtudes, latentes o no, pueden hacer brillar a la persona. Quizás sólo necesite ser escuchado o escuchada. O de verdad quiere formarse en el mundo de la interpretación. Hay que conocer de forma individualizada para que, entre todas las personas, se cree un espacio acogedor, seguro y con un ansia por pisar un escenario sin miedo.
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