Para empezar, creo que las clases presenciales ayudan y muestran mejor los conocimientos que se quieren impartir, por ello que mi metodología comienza en ser la clase presencial. En este caso, al no poder dar la clase en el domicilio del estudiante, recurriríamos a bibliotecas o zonas de estudio.
Por otra parte, mi método consiste en entender los conocimientos. De nada sirve memorizar y soltar en...
Para empezar, creo que las clases presenciales ayudan y muestran mejor los conocimientos que se quieren impartir, por ello que mi metodología comienza en ser la clase presencial. En este caso, al no poder dar la clase en el domicilio del estudiante, recurriríamos a bibliotecas o zonas de estudio.
Por otra parte, mi método consiste en entender los conocimientos. De nada sirve memorizar y soltar en un examen, si el conocimiento no se ha sentado correctamente. De tal manera que, en una conversación donde el alumno pregunta el por qué y el profesor lo explica, participando activamente en la conversación, el contenido se puede asentar mucho mejor.
Sin embargo, esto no implica que no se deba hacer apuntes. Todo al contrario, se debe escribir y comprender lo que se desea estudiar.
En cuanto a mi experiencia, únicamente he sido profesora de clases de guitarra durante 2 años, y estoy muy satisfecha con el resultado.
Y finalmente, en cuanto a dinámica de la clase, ésta comienza con la comprensión del contenido donde el alumno pregunta dudas y cuestiones sobre el tema, la clase prosigue con ejercicios de compresión de la misma y finalmente, me gusta dejar unos minutos para datos de interés sobre el contenido. Me explico, en el instituto o en la universidad cuando se explica el contenido establecido, se queda ahí y a veces, no despierta la suficiente curiosidad para estudiarlo. Es por ello, por lo que si se aplica el contenido al día a día o se muestran situaciones de real interés, el alumno se puede sentir atraído por la asignatura y lograr una notable mejoría.
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