Desde edades muy tempranas supe que lo que quería ser cuando llegase a la vida adulta era ser profesor. Ya he llegado a esa etapa y sigo pensando que quiero seguir por el camino de la docencia, específicamente en la de enseñar idiomas. Siempre he tenido una buena predisposición para aprender cosas nuevas y compartir mis conocimientos es algo que me satisface mucho a nivel personal. Durante mi eta...
Desde edades muy tempranas supe que lo que quería ser cuando llegase a la vida adulta era ser profesor. Ya he llegado a esa etapa y sigo pensando que quiero seguir por el camino de la docencia, específicamente en la de enseñar idiomas. Siempre he tenido una buena predisposición para aprender cosas nuevas y compartir mis conocimientos es algo que me satisface mucho a nivel personal. Durante mi etapa estudiantil mis profesores han visto en mí un profesor en potencia y, siempre que he podido, he demostrado mi vocación para este trabajo.
Para mí saber hablar una lengua (que no sea la nativa) es esencial en el día a día, especialmente si esa lengua es el inglés, lingua franca de la actualidad. La comunicación es la herramienta más imprescindible para que las personas alcancemos nuestras metas, no importa si son profesionales o personales. Para alcanzar este objetivo, el de enseñar inglés, mi primera meta es conocer a mis alumnos. Me gusta saber sus intereses, sus inquietudes y la razón por la que han decidido estudiar esta materia. Con esto puedo tener, en primer lugar, un mayor acercamiento, no me gusta que se me vea como una figura autoritaria, sino como alguien de confianza en quien apoyarse cuando se necesita. En segundo lugar, uso esta información para adaptar las clases a cada estudiante y hacerlas amenas dentro de lo posible. Estudiar no tiene por qué ser una tortura, todo puede disfrutarse.
También soy un firme creyente de que, estando los idiomas tan presentes en el día a día de la gente, la mejor forma de aprender es haciendo. Por eso me gusta emplear las metodologías de la simulación y el role-playing en mis clases, para que los alumnos normalicen hablar en inglés y pierdan la vergüenza. La vida está fuera del aula, no dentro, hay que pensar en que algún día el alumno saldrá a la calle y hablará en inglés con la misma naturalidad con la que habla español.
Si has llegado hasta aquí te agradezco que me hayas aguantado, entre mis defectos está el no saber ser conciso y usar demasiadas palabras. Espero haberte convencido de que soy una buena opción para que aprendas inglés conmigo.
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