Álvaro Prieto

Siempre he procurado combinar la seguridad en mis creencias y en mi forma de ver el mundo, con la capacidad de empatizar con la forma de vivir de los demás, valorando todas las opiniones y siendo consciente de que vivir supone crecer, que no hay verdades absolutas.

Me encanta trabajar con jóvenes, escuchar sus puntos de vista y hacerles ver que tienen un lugar en el mundo y, por supuesto, en el aula. Hacerles saber que el futuro es suyo y hay mucho en ellos que debe ser escuchado. Pienso en la docencia como un compromiso con la siguiente generación para enseñarles a sacar lo mejor de sí mismos.

El objetivo de mis clases no sólo buscará la obtención de conocimiento por parte del alumno. Quiero que al terminar la clase el estudiante se sienta más capaz de afrontar el desafío por sí mismo. No quiero convertirme en una herramienta crónica, sino un simple puente que ayude al alumno a superar dificultades concretas con herramientas que le otorguen automatismos que pueda utilizar en su vida académica y, si logramos los objetivos finales, también en otros ámbitos de su vida. La educación nunca debe ser algo estanco, algo aislado en cada materia, sino un pilar integral que sirva para formar a los jóvenes mucho más allá de los simples apuntes.