Ana Prescott

La primera clase de inglés que impartí fue a un grupo de alumnos de diferentes edades y niveles, y duró ocho horas. Fue difícil, pero dinamitó tanto mi pasión e interés que desde entonces han pasado casi diez años y no he abandonado ni la enseñanza, ni el aprendizaje.
Mi experiencia dando clases a personas de cualquier edad, nivel y nacionalidad me han convertido en una profesora hábil y apasionada.
En los últimos años he dado el cambio de presencial a online, ya que es muy cómodo utilizar todos los recursos que ofrece internet, y porque así mis alumnos y yo podemos estar en cualquier parte del mundo.
Me adapto (y adapto mi metodología) siempre a las necesidades del alumno. Desde clases muy básicas para pequeñxs que aún están aprendiendo a hablar, hasta preparaciones de exámenes oficiales de Cambridge o clases de Business English para empresas, como profesora disfruto del más amplio abanico y prefiero no cerrarme a ningún grupo de alumnos.
Conozco también el aprendizaje como alumna. Aprendí Holandés viviendo en los Países Bajos y actualmente aprendo Mandarín. Considero importante para cualquier profesor mantener su propio aprendizaje y no perder nunca de vista la perspectiva de sus alumnos, para compartir así mejor los logros y las dificultades.
Si bien he dado clases en academias, empresas, guarderías, grupos, y particulares privados, por ahora solo acepto clases online (mayoritariamente a particulares pero abierta también a grupos de trabajadores de empresa; para evitar así el problema del desplazamiento y dejar a mi perro solo).