Después de vivir en Holanda por 2 años decidí volver a mi ciudad natal, Barcelona. Descubrí que el secreto para hablar fluidamente inglés es básicamente y aunque suene redundante: hablar. Tener charlas sobre el tema de interés del alumno, combinándolo con refuerzos de ciertos tópicos ya tratados en clase como gramática, etc. a la hora de prepararse para ciertos exámenes o tests. Dinámicas extras que considero útiles son ver películas y series en inglés, leer novelas juveniles o artículos.