Juana
★★★★★
Las clases de yoga que ofrece Agos cada miércoles son un refugio de paz y calma. Cada clase me hace conectar conmigo misma de una manera profunda y significativa. Su energía es tan cálida y acogedora que hace que cada clase se sienta como un abrazo al alma.
Se nota mucho que Agos pone todo su corazón en lo que hace, y esa pasión es contagiosa.
Con su paciencia infinita y su calma, crea un espacio donde cada alumno se siente cuidado y valorado. Su manera de guiar es tan suave y respetuosa que hace que incluso los movimientos más desafiantes se sientan accesibles!
Aprender de ella es un gran regalo de este ultimo tiempo.
Gracias Agos, es un verdadero placer el tiempo compartido.
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