Cómo la música es un lenguaje emocional, sin fronteras, la pedagogía musical requiere de muy buenas habilidades empáticas.
Hace 4 años, y después de una experiencia fustrante, tuve la suerte de conocer a Carlos Báez. Le comenté mi caso ("Me encanta la Guitarra pero soy muy torpe"). Me ofreció un par de clases de prueba como profesor particular. Acepté y cuanto me alegro de haberlo hecho. No sólo me enseñó a tocar, sino a disfrutar de cada nota, cada acorde, cada ritmo ...
En mi opinión, además de un excelente instrumentista, de los cuales hay muchos, es un excelente maestro.
Gracias !
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