Además de un gran músico, Carlos es una bellísima persona y un magnífico profesor, capaz de transmitir no sólo los conocimientos teóricos más precisos, sino también -y ante todo- la pasión por la belleza de la música. Su sensibilidad a todos los niveles hace que siempre sepa cómo mejor enfocar cada sesión y pone el énfasis, sobre todo, en los logros y avances del alumno, generando una motivación constante. En definitiva, considero una gran fortuna tenerle como profesor.
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