Mi hija de 13 años asistía a clases de piano con Carmen y yo me quedaba a verla. Carmen era siempre muy amable y muy paciente con ella, además vigilaba mucho la técnica. Siempre la animaba si se equivocaba para que siguiese intentándolo y practicando. Si mi hija mostraba interés por algo, se lo explicaba y daba contenido relacionado con eso, aunque no fuese lo que ella tenía pensado dar. En las clases, mi hija no solo tocaba el piano, sino que además daba entonación, ritmo... Carmen también nos facilitaba material para practicar en casa, además, le preguntaba las canciones que le gustaban y las que veía que ella podía tocar, se las escribía en pentagrama adaptadas a su nivel y las practicaban en clase y luego ella en casa. A mi hijas sus clases le resultaron muy amenas y divertidas. La recomendamos sin duda.
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