Dalia Mcgrath

Mis clases se adaptan perfectamente a las necesidades del alumno. Con niños hace falta tener paciencia y hacer las lecciones lo suficientemente amenas como para que no aborrezcan el idioma. Si tienen dificultades en la escuela, la prioridad es que no acabe siendo una rémora que arrastren toda su vida. Si tienen facilidades, hay que explotarlas. Con los adolescentes hay que establecer una relación de confianza en la que ellos se sientan cómodos y sepan responder a una cierta disciplina para mejorar en su aprendizaje del idioma. Están en un punto en el que tienen que empezar a plantearse acreditar su nivel con un certificado y preparar la selectividad, un examen que, a base de práctica, puede llegar a see una de sus mejores notas en la convocatoria. Con los adultos hay que adaptarse a lo que se necesita y hacer las lecciones lo más amenas posible para que no sientan que el inglés es una obligación sino una oportunidad. Los adultos suelen necesitar el idioma para mejorar sus expectativas profesionales, por lo que sienten una presión para mejorar rápidamente por lo que siempre intento que se den cuenta de que hay que ir paso a paso. El aprendizaje del idioma es una carrera de fondo que requiere mucho trabajo, pero con constancia se puede llegar al nivel que se desea. A base de práctica, de no tener miedo a hablar en inglés todo el rato y de darse cuenta de que con los errores se aprende, the sky is the limit.