Daniel Jiménez

Llevo 5 años dando clases de inglés, sobre todo a niños con edades comprendidas entre los 5 y 15 años. En todo este tiempo como profesor particular he podido analizar a cada alumno e investigar la mejor manera de impartir mis clases. Siempre me decían los padres de los alumnos de ayudarlos con los deberes de inglés y con los exámenes, pero me daba cuenta que los alumnos no se centraban y se aburrían. Y razón tenían, porque es muy aburrido estar haciendo los típicos ejercicios de clase, es una tarea muy mecánica y poco entretenida.

Opino que el aprendizaje clásico que se imparte por normal general en los colegios está un poco desfasada. Hay que enfocarlo de una manera diferente. Si se consigue crear un ambiente divertido y en el que el alumno disfruta, aprenderá mucho mejor. Mas aún cuando los alumnos vienen de estar 8 horas en el colegio sin parar de escuchar a un profesor y realizando diferentes tareas. Están saturados de recibir información, necesitan liberarse un poco de ese ambiente y centrar las clases de una manera más entretenida, con juegos, leyendo historias divertidas, adivinanzas, etc. Siempre enfocado a una mejora en la conversación, la gramática y el vocabulario, que al fin y al cabo es lo más importante a la hora de aprender un nuevo idioma.