Desde el primer día con David sentí que las clases eran productivas y súper bien enfocadas a tanto los requisitos del SAT como a aspectos que yo personalmente flojeaba un poco más para asegurarnos que mejorara en ello. Sentía inseguridad respeto a la parte matemática del SAT y David no sólo me ayudó a aprender a resolver los problemas sino también a eliminar rápidamente algunas opciones de respuesta y poder resolverlo más rápido ya que el SAT tiene ese componente del tiempo justo; eso me dio una confianza extra para sentirme más preparada aún el día de examen. Saqué más de mil puntos por encima de lo que esperaba y encima fueron clases de dos horas que pasaron volando y aprendí habilidades, como el leer textos y sacar ideas y conclusiones, que aún me sirven a día de hoy en mi carrera universitaria en los EEUU.
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