Aunque por circunstancias ajenas a nosotros, mis clases con Diego fueron pocas, él me ayudó a sentirme un paso más cerca de cumplir mi sueño: nadar sin miedo.
Diego sabe explicar muy claramente los ejercicios, te los enseña en el agua (cosa que yo considero imprescindible, porque no veo como alguién te puede enseñar a bailar sin entrar en la pista, por ej.), te ayuda y te corrije, cambia el nivel de dificultad de los ejercicios según avanzas, te anima y te dá el feedback tras cada clase puntuando los avances, lo que falta mejorar y cuales son las siguientes metas.
Resumiendo, está centrado en el alumno y en sus objetivos, muy resolutivo, puntual, excelente en explicar técnicamente cada movimiento, enseñar, animar, distraer (cuando el miedo abruma), transmitiendo confianza y seguridad al mismo tiempo. Estoy muy agradecida.
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