He dado clases a personas de todas las edades, tanto de forma online como de forma presencial. Me gusta orientar mis clases a la conversación constante, método con el que aprendí yo a hablar inglés cuando estaba en el instituto. Recibí clases dos veces a la semana con una profesora nativa inglesa. Además de ver la gramática y el vocabulario necesario para aprender de forma apropiada el idioma, co...
He dado clases a personas de todas las edades, tanto de forma online como de forma presencial. Me gusta orientar mis clases a la conversación constante, método con el que aprendí yo a hablar inglés cuando estaba en el instituto. Recibí clases dos veces a la semana con una profesora nativa inglesa. Además de ver la gramática y el vocabulario necesario para aprender de forma apropiada el idioma, conversábamos entre los alumnos y con la profesora. De este modo las clases nunca se hacían pesadas y éramos capaces de disfrutarlas. Gracias a esto y a comenzar a ver películas y series en inglés (versión original), primero con subtítulos en español, luego con subtítulos en inglés, y finalmente sin subtítulos, fui capaz de marcharme con tan solo 18 años a estudiar a Estados Unidos. Previamente tuve que aprobar dos exámenes, el TOEFL (examen que comprueba el nivel escrito, hablado y escuchado de Inglés) y el SAT (equivalente a lo que sería la EBAU en España). Una vez en Estados Unidos fui capaz de perfeccionar mi inglés y comencé a dar clases a otros españoles que llegaban a la universidad y que no tenían el mismo nivel, sobretodo en cuanto a conversación que al final es lo más importante. En los cuatro años en los que cursé la carrera en Estados Unidos nunca tuve ningún problema de adaptación ni en ninguna asignatura gracias a la habilidad que tenía para comunicarme con todos, a pesar de que sobretodo al comienzo mi inglés no era perfecto.
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