Es típico de un Federica que permite a los estudiantes entender que son personas dignas de reconocimiento, interés y afirmación; se refiere a un aprendizaje asociativo en el que la lección frontal no predomina; propone una relación en la que el profesor no es el que "solo enseña".
Indica calma y recuerdo en el comportamiento comunicativo y hace que la persona sea percibida como segura de sí misma y controlada, así como silenciosa en el proceso de enseñanza. Es típico de un profesor no nervioso, que no grita y se siente cómodo en el aula.