Felipe García García

Tengo una grata experiencia tanto en recibir clases particulares como en impartirlas. Cuando recibía clases particulares disfrutaba, muchas veces había una forma distinta de la meramente académica de ver las cosas y podía comprender el porqué. Cuando las impartía disfrutaba como propios los éxitos de mis alumnos.
Lo importante es la comprensión. Eso facilita la memorización y la adaptación a supuestos distintos.
Mi experiencia me dice que supone una gran satisfacción personal conocer el porqué de las cosas, además, evidentemente, de los resultados académicos y de currículum que se obtienen.
El aspecto crematístico indudablemente es importante, pero no menos que el decir: ¡Lo hemos conseguido!.
Galileo dijo: ¡Y sin embargo, se mueve!
Yo me atrevo a decir: ¡Y sin embargo, se puede!