Tengo una firme convicción, que me gusta trasladar a mis alumnos desde el primer día. Tiene que ver con el "apasionamiento": La vía más rápida y placentera para adquirir cualquier conocimiento (especialmente cuando se trata de idiomas). Por ello, mi primer objetivo fue siempre propiciar en el alumno la mayor MOTIVACIÓN posible: Convencerle de que el aprendizaje de este idioma podría lleg...
Tengo una firme convicción, que me gusta trasladar a mis alumnos desde el primer día. Tiene que ver con el "apasionamiento": La vía más rápida y placentera para adquirir cualquier conocimiento (especialmente cuando se trata de idiomas). Por ello, mi primer objetivo fue siempre propiciar en el alumno la mayor MOTIVACIÓN posible: Convencerle de que el aprendizaje de este idioma podría llegar a convertirse en una experiencia maravillosa.
Desde el principio quise desmarcarme del inglés monótono y aburrido que me dieron en el colegio. Prefiero enfocarme más en lo práctico, a través de clases amenas, que prioricen la conversación sobre las demás cosas (siempre apegada a una correcta gramática).. Por ello suelo hablar al alumno en inglés, desde el primer día, si bien de manera muy progresiva, asequible, y adaptada al nivel inicial del mismo: Hay que aprender, pero huyendo de miedos y bloqueos). Los primeros días la charla es pausada y con traducción simultánea, hasta que llegue el día en que se limita al mínimo la expresiòn en castellano.
Me gusta que las clases sean interactivas, para evitar que la atención del alumno huya lejos y divague.. También disfruto preparándoles juegos, planteándoles retos, acertijos....cualquier cosa que les mantenga intrigados y con ganas de aprender. Hacerlos volver, de alguna manera, a la infancia. Aquella lejana época en que no cabía aprender nada que no fuera jugando.
Diría que las clases que imparto son personalizadas, pues se adaptan al nivel inicial y a la personalidad de cada uno de ellos. Y aunque considere importante avanzar "a velocidad de crucero", esto no hace que me olvide del repaso (constante) ni de la reiteración de las expresiones más útiles que se van aprendiendo..
Por último, referirme a uno de los elementos esenciales de mi método de enseñanza: La MÚSICA, como elemento poderosísimo de aprendizaje. Tan útil para lograr una correcta pronunciación como para el conocer la esencia del idioma.
Ver más
Ver menos