Hanna Garrido Jait

Considero fundamental el poder trabajar de la forma más personalizada posible con los alumnos, de forma que, a pesar de el pequeño o gran contraste lingüístico que puedan llevar consigo mismos, comprendan el aprendizaje como algo cercano a ellos, y puedan disfrutarlo y, en consecuencia, llegar a entenderlo más veloz y eficazmente.
En lo relativo a la metodología de enseñanza, soy partidaria de combinar teoría (fundamental para poder comenzar a familiarizarse con la lengua y ponerle cara y ojos a los conceptos), con práctica, de forma reiterada, mediante actividades que despierten el interés de los alumnos y les motiven a querer expresarse en esa lengua que están aprendiendo. Una práctica oral continuada y adecuada permite, además, que el alumno disfrute de un modo más cercano el proceso de aprendizaje de la lengua que esté aprendiendo, ya sea castellano, inglés, catalán u otras.

Por último, considero importante mencionar la efectividad (y por tanto, la puesta en práctica en las clases) de las interacciones grupales, ya sea en grupos pequeños o grandes (todo dependerá de la cantidad de miembros que presente el grupo). Dicha importancia radica en el hecho de que cuando se trabaja en grupos se aprende a dialogar de forma coherente, empleando argumentos sólidos y compactos que no solo deben buscar ser enunciados desde una base gramatical fuerte, sino que además deberán también adecuarse al código lingüístico propio de la lengua que se esté aprendiendo.

A pesar de este énfasis en la práctica de la oralidad mediante grupos, se hará hincapié en la práctica individual de la lengua, es decir, hablando con uno mismo. Este aprendizaje más íntimo permite detenerse en cuestiones como ahora bien la respiración, la modulación de la voz, o la pronunciación.