Acerté a la primera cuando intui que era buena profesora, por varios motivos. Es exigente consigo misma y con el alumno, en el sentido de ser muy responsable: prepara mucho y buen material, lo explica muy bien, es consciente siempre de la dificultad de su propia lengua, y siempre parece tener una programación en mente, de modo que sabe qué viene a continuación y cuándo no hay que enseñar algo todavia. (Aprecio muy bien todo esto porque también soy profesor de otro idioma y los profesores somos los más complicados para que nos enseñen otros profesores. ) Además, hace que el alumno produzca pequeñas frases desde la primera clase. En lo personal es muy cordial y agradable. Tiene autoridad y parece haber estado enseñando toda su vida. Su punto de vista como nativa, pues solo ha vivido en España algo más de una década, aporta un valor extra a su manera de enseñar. Siempre digo que un profesor con más madurez sabe enseñar mejor. Con Ida se cumple.