Diego

Desde muy joven, siempre me fascinaron los números y las ecuaciones. Recuerdo cómo mis amigos se burlaban de mí por pasar horas resolviendo problemas matemáticos en lugar de salir a jugar. Pero eso no me importaba, porque sabía que algún día mi pasión se convertiría en mi profesión.

Después de terminar la universidad, decidí poner en práctica mis conocimientos y comencé a dar clases particulares de Matemáticas. Al principio, fue todo un reto conseguir clientes, pero poco a poco fui ganándome una reputación como un profesor comprometido y dedicado.

Además de mis clases presenciales, también ofrezco clases online para aquellos que prefieren la comodidad de estudiar desde casa. A través de videollamadas y pizarras virtuales, puedo interactuar con mis alumnos de la misma manera que lo haría en persona. Esta modalidad ha sido especialmente útil durante la pandemia, permitiéndome seguir enseñando y apoyando a mis estudiantes.