Inés Madurga De Toledo

Mis clases dependen mucho del alumno. Sostengo que no se puede enseñar igual a todo el mundo, porque cada uno piensa de forma distinta. Por lo general, empiezo las clases conociendo al alumno y viendo cómo orienta la asignatura. Es imprescindible entender antes de todo qué dificultades y fortalezas tiene frente a la asignatura, para poder conseguir su máximo rendimiento.
Al explicar, lo hago de la forma más entretenida y dinámica posible. Que el alumno esté participando en las clases y no solo escuchando. Uso ejemplos y analogías que puedan entender, y tengo en cuenta las opiniones del propio alumno para mejorar las clases.
Intento dar siempre actividades para hacer en casa, pero que no sean muy pesadas, sino ejercicios sencillos y entretenidos para que no se olviden del temario entre clase y clase (la cantidad/nivel de los ejercicios depende del alumno).
No me importa volver a explicar lo mismo durante horas, con tal de que el alumno llegue a entenderlo de verdad, en vez de simplemente memorizar, dado que si no no en realidad no está aprendiendo.
He dado clases a niños que tenían problemas a la hora de ponerse a estudiar, alumnos con dificultades de entendimiento y con deficiencia de atención. Las clases varían mucho dependiendo de cada alumno, siempre para conseguir la mejor respuesta y resultados.