Irene es una profesional con una enorme solvencia, tanto como profesional de la música como en el aspecto pedagógico. Ha dado clase durante un año a mi hijo de 9 años y ha sabido incentivarle para que la música y su composición le resulten estimulantes y divertidas. Tiene una enorme pericia para hacer que sea el alumno quien detecte y enmiende sus posibles fallos. Sus clases abordan la enseñanza musical de forma holística, evitando que los niños se aproximen al piano sólo reproduciendo piezas de memoria y trabajando en paralelo el desarrollo del lenguaje musical, la composición o las capacidades auditivas, entre otras. Mi hijo tiene ya su pseudónimo para ser compositor profesional y le encanta hacer pequeñas piezas para acompañar videos y dibujos. Despertar esa pasión por la creatividad musical es, exactamente, lo que nosotros buscábamos.