Tuve de profesora a Irina 3 años, y es una de las grandes culpables de que , a fecha de hoy, yo tenga reconocido oficialmente un nivel C1 de ruso.
Las clases de Irina tienen la gran virtud de transmitir en una misma clase conceptos esenciales de gramática y cultura rusa, de manera amena y comprensible. Se vale de utilísimos cuadros y esquemas. Recuerdo en particular los esquemas relativos a los verbos de movimiento en ruso (que son una auténtica piedrecita en el riñón para cualquier inocente mortal que desee aprender ruso).
Además, Irina imparte actividades no estrictamente académicas (como clases de cocina rusa) que ayudan a asimilar conceptos y conocimientos propios de la lengua de Pushkin.
Me acuerdo mucho de Irina cuando consigo algún logro profesional gracias a mi conocimiento del idioma.
En definitiva: muy recomendable.