Tras años impartiendo clases de diversas asignaturas, he llegado a la conclusión de que lo primero y más importante es conocer bien las necesidades y competencias del alumno. Una vez establecido el objetivo y el método idóneo (hay alumnos que prefieren la clase tradicional, otros funcionan mejor con métodos más participativos o amenos), las clases deben ser un diálogo entre alumno y profesor dond...
Tras años impartiendo clases de diversas asignaturas, he llegado a la conclusión de que lo primero y más importante es conocer bien las necesidades y competencias del alumno. Una vez establecido el objetivo y el método idóneo (hay alumnos que prefieren la clase tradicional, otros funcionan mejor con métodos más participativos o amenos), las clases deben ser un diálogo entre alumno y profesor donde se adquiera conocimiento, por un lado, y recursos para adquirir nuevos conocimientos, por el otro. En mis clases, me gusta dar importancia a lo segundo, ya que el aprendizaje activo es el que ha demostrado ser más efectivo a largo plazo.
En cuanto a los contenidos, domino con soltura las materias lingüísticas y tengo experiencia impartiendo clases en francés, inglés y valenciano, además de mi español nativo. Procuro seguir los contenidos de la enseñanza reglada (por ejemplo, Lengua para las PAU), pero si es necesario incidir en algún aspecto concreto, existen a nuestra disposición centenares de recursos adicionales en línea: diccionarios, traductores automáticos (son efectivos, aunque no de la manera que se usan comúnmente), páginas de actividades, vídeos, blogs, etc.
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