La mejor metodología para dar unas clases de apoyo es la que la propia persona alumna vaya determinando con su carácter y preferencias. Cada persona tiene su ritmo y sus condiciones particulares; se trata solo de encontrar la manera de despertar en ella el interés por la materia, y de mantenerlo luego gracias a la constancia y la inteligencia. No hay que tener miedo de enfrentarse a cualquier asi...
La mejor metodología para dar unas clases de apoyo es la que la propia persona alumna vaya determinando con su carácter y preferencias. Cada persona tiene su ritmo y sus condiciones particulares; se trata solo de encontrar la manera de despertar en ella el interés por la materia, y de mantenerlo luego gracias a la constancia y la inteligencia. No hay que tener miedo de enfrentarse a cualquier asignatura o materia: todas, en el fondo, consisten en un lenguaje que podemos aprender y practicar luego con fluidez. ¡Anímate a intentarlo y no te arrepentirás!