¡Hola!
Me llamo Joaquín y mi pasión es enseñar idiomas.
Desde pequeño, mi sueño siempre fue convertirme en profesor. Para lograr mi meta, estudié un grado en Lenguas Modernas y luego obtuve una beca del Instituto Confucio, lo cual me permitió profundizar mis conocimientos tanto del mandarín como de la pedagogía en China. Una de las cosas más importantes que aprendí en mi vida como estudiante e...
¡Hola!
Me llamo Joaquín y mi pasión es enseñar idiomas.
Desde pequeño, mi sueño siempre fue convertirme en profesor. Para lograr mi meta, estudié un grado en Lenguas Modernas y luego obtuve una beca del Instituto Confucio, lo cual me permitió profundizar mis conocimientos tanto del mandarín como de la pedagogía en China. Una de las cosas más importantes que aprendí en mi vida como estudiante es que incorporar el idioma que estás aprendiendo en tu día a día es clave para alcanzar una fluidez realmente natural.
Por esto, a la hora de impartir clases, mi enfoque es práctico. A lo que me refiero cuando digo "práctico" es que quiero llevar los conocimientos del idioma mucho más allá de la burbuja aislada del aula de clase, otorgándole al estudiante la capacidad de usar el idioma como una herramienta y de expresarse libremente. Para ello, es necesario ir más allá del libro de texto, de los puntos gramaticales y de los ejercicios de rellenar los espacios en blanco.
Así pues, mientras reconozco que el vocabulario y la gramática son importantes, en mi método es igual de importante darle oportunidad al estudiante para "jugar" con la lengua. Animaré al estudiante a crear frases propias, haremos prácticas de diálogos con contextos cotidianos comunes y en general intentaremos hablar, hablar y hablar. En este proceso, es fundamental darse cuenta que cometer errores no sólo es normal, sino que más bien los errores nos dan la oportunidad de descubrir el camino para mejorar.
Considero que el hecho de ser un hispanohablante impartiendo clases de mandarín es una gran ventaja. Seré capaz de dar consejos basados en mi propia experiencia para evitar los errores más comunes y acelerar significativamente la trayectoria del estudiante. Creo que uno de los puntos en los que más ayuda tener a un profesor que sea hablante de español es en la fonética, ya que sé cuáles son los sonidos en los que más nos tropezamos y sé también la forma de superar esas dificultades. Esto aplica sobre todo en el caso del chino, al ser esta una lengua tonal.
Trabajaré también con el estudiante para fortalecer sus conocimientos de los caracteres chinos (??). Este es uno de los aspectos que puede intimidar más del chino, pero con paciencia y con un método inteligente se puede convertir en cambio en una de las partes más divertidas y gratificantes del aprendizaje de esta lengua.
Por supuesto, si el estudiante así lo desea, puedo cambiar el contenido de mis clases para adaptarme a sus metas. Por ejemplo, si la intención del alumno es la de aprender el chino necesario para aprobar los exámenes HSK y obtener una beca, entonces me considero más que capacitado para guiarlo en ese camino.
En mi opinión, aprender una lengua es una aventura divertida que cualquier persona, sin importar sus condiciones o trasfondo, puede emprender. Espero poder compartir con el estudiante no sólo conocimientos de la lengua, sino también anécdotas e información acerca de la cultura china, para que así mis clases puedan equipar al estudiante con todos los conocimientos necesarios para convertirse en un hablante de mandarín completo y seguro.
Así, que, ¿Qué me dices? ¿Quieres aprender chino conmigo?
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