"Creo que por primera vez en la historia está de moda ser idiota y comportarse como tal. Infinitas cosas lo han estado, pero casi todas tenían presumir como objetivo: de culto, de rico, de enterado, de inteligente, de astuto, de transgresor, de ingenioso, de elegante, de sabio, todo ello positivo en teoría. Ahora está de moda aparecer como bondadoso (o solidario, o «empático») y ser malvado. Pero...
"Creo que por primera vez en la historia está de moda ser idiota y comportarse como tal. Infinitas cosas lo han estado, pero casi todas tenían presumir como objetivo: de culto, de rico, de enterado, de inteligente, de astuto, de transgresor, de ingenioso, de elegante, de sabio, todo ello positivo en teoría. Ahora está de moda aparecer como bondadoso (o solidario, o «empático») y ser malvado. Pero, por encima de todo, ser tonto y parecerlo" (Javier Marías)
Vamos a intentar rebelarnos contra este tipo de sociedad e intentar volvernos coherentes, cultos y honestos, aunque sea a través de las Matemáticas. Aunque no lo parezcan, son la puerta para aprender una infinidad de materias y, lo que es más importante, crearnos unos hábitos de pensamiento racionales y coherentes.
En cuanto a mi experiencia tanto en la docencia como en el aprendizaje, es de toda una vida, con alumos de toda la tipología que uno se pueda imaginar.
Pero como dato, suelo empezar en primero o segundo de ESO y ya sigo con ellos hasta que entran en la Universidad e incluso en sus primeros cursos universitarios.
Las Matemáticas son el lenguaje universal y están presentes en todos los actos de la vida cotidiana, desde la compra en un supermercado o en una página web, hasta cuando hablamos por el móvil. Los periodistas recurren a ellas, sin saberlo, obviamente, cuando incluyen un histograma para que entendamos mejor una noticia. Sociólos y psicólogos, de manera continua recurren a la Estadística para corroborar sus afirmaciones. Incluso Einstein, para poder demostrar su teoría de la Relatividad, tuvo que recurrir a un matemático (Tullio Levi-Civita).
Y no son ni difíciles ni aburridas. Si me lo permites, yo te lo demuestro.
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