Las clases de relajación y meditación acuática que ofrezco son una combinación de técnicas watsu, janzu, danza acuática y respiración. Consiste en coordinar la respiración con movimientos estáticos y dinámicos a través de estiramientos, balanceos, presiones, rotaciones, ondas, espirales, ondulaciones y pequeños masajes… Se realizan en agua caliente entre 33 y 35°C.
Tendrás flotadores en las pie...
Las clases de relajación y meditación acuática que ofrezco son una combinación de técnicas watsu, janzu, danza acuática y respiración. Consiste en coordinar la respiración con movimientos estáticos y dinámicos a través de estiramientos, balanceos, presiones, rotaciones, ondas, espirales, ondulaciones y pequeños masajes… Se realizan en agua caliente entre 33 y 35°C.
Tendrás flotadores en las piernas, y a veces tu cabeza estará apoyada en mi soporte o en un cojín. Se puede realizar la clase con la cabeza en la superficie; sin embargo, también puedes incluir (si quieres) técnicas subacuáticas, para aprender y experimentar la relajación y meditación bajo el agua mediante una pinza nasal.
Estarás flotando un tiempo en agua tibia lo que desencadenará beneficios fisiológicos, incluido el alivio del dolor muscular y articular, así como una mejora en la fluidez y movilidad de todo el cuerpo. Se masajearán las zonas de molestia como la zona lumbar, el cuello o los hombros.
En este entorno, el cuerpo ya no experimenta la gravedad y la realidad de estar sumergido en agua caliente, muy rápidamente, resulta difícil relajarse en nuestro entorno natural. La respiración se volverá cada vez más tranquila, relajante y cercana a un estado meditativo.
Se dan clases de relajación y meditación en el agua porque tiene unos efectos más rápidos y potentes que fuera del agua, ya que el agua es nuestro primer elemento. Hay que tener en cuenta que pasamos los primeros nueve meses de nuestra vida en estrecho contacto con la madre y con lo divino en el líquido amniótico. De nuestras experiencias relativas a ese tiempo en el que estábamos en el vientre materno, no recordamos nada, nos queda sólo nostalgia de ese paraíso primitivo y de aquel sentimiento de felicidad.
Nos desplazamos a piscina particular o club deportivo privado para realizar la sesión de relajación acuática.
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