José Miguel Fernández Real

Muchos son los artículos publicados en Internet en los que se nos informa de los beneficios que nos aporta la práctica del ajedrez a cualquier edad. Para los más pequeños se llega a afirmar que aumenta el coeficiente intelectual, mejora la creatividad, potencia la memoria, ayuda a resolver problemas y aumenta las habilidades matemáticas, incrementa la capacidad lectora, facilita la concentración, la paciencia y la perseverancia, enseña a planificar y a hacer previsiones, mejora la capacidad de decisión, aumenta la sociabilidad, etc. Para los más mayores, les ayuda a ejercitar la mente y prevenir el Alzheimer. Interesante es la lectura de los artículos publicados por la psicóloga María Enriqueta Granero en la Web "Ajedrez y Psicología".

Sin embargo, otros dirán que la práctica del ajedrez solo sirve para ser mejor jugador de ajedrez. Independientemente de quién tenga razón, es evidente que nos ayuda a todos a estar mentalmente ágiles. Personalmente, creo que si se practica durante la niñez, pubertad y adolescencia, sin la presión de los padres y la competición, puede ser muy beneficioso para el desarrollo intelectual y personal.