Juan Jesús López Martínez

Las clases se estructuran en torno a sesiones de 60 minutos en los que se complementa la formación teórica básica con ejercicios prácticos de aplicación directa en la vida real. Conforme progresa el alumno, el contenido teórico se reduce dejando espacio para sesiones prácticas más extensas en las que el feedback (análisis y corrección de los ejercicios), sustituye a la clase magistral típica como forma de transmitir información.

Cada formación recoge una serie de aspectos base vinculados con el debate académico:

-Contextualización de las ideas: en ocasiones pasa desapercibido, pero la construcción de un marco en el que se englobe la conversación, ponencia o interacción, resulta vital para que la línea argumental disponga de una base sólida desde la que partir.

-Construcción argumental: ¿qué es un argumento? ¿Cómo se construye? ¿Hasta qué punto un argumento dado es decisivo en una interacción?

-Ejecución de refutaciones y detección de falacias: centrado en la destrucción de argumentos y en la detección y evidencia de falacias retóricas comunes .

Además, es vital también construir alrededor de esas bases del debate a fin de disponer de una mente capaz de ejecutar los principios antes mencionados. Es por ello que también nos adentraremos superficialmente en la filosofía de la oratoria, en la percepción de uno mismo a través de nuestros ojos y los de los demás, y en el dominio de la gestualidad, el espacio y el control del tiempo y el discurso.