En la primera clase me centro en charlar con el alumno para conocernos un poco, puntos fuertes y débiles en la asignatura, gustos personales, hobbies… después paso a hacer unos rápidos ejercicios para terminar de valorar el nivel de inglés real del alumno en diferentes categorías (expresión escrita, gramática, oralidad..). Una vez conclusiones hechas paso a personalizar cada una de las clases con...
En la primera clase me centro en charlar con el alumno para conocernos un poco, puntos fuertes y débiles en la asignatura, gustos personales, hobbies… después paso a hacer unos rápidos ejercicios para terminar de valorar el nivel de inglés real del alumno en diferentes categorías (expresión escrita, gramática, oralidad..). Una vez conclusiones hechas paso a personalizar cada una de las clases con ejercicios, juegos, actividades didácticas… (todo por supuesto dependiendo de la edad del alumno) para que las clases sean lo más amenas y divertidas posibles. Yo experimenté la situación de saturarme tanto con una asignatura que al final me hice sola una negada en la misma, con el tiempo aprendes qué es lo mejor para ti, pero es uno de los motivos por los que hago todo lo posible para que el alumno tenga lo que necesita. Para los más pequeños de 3 a 6 años los juegos dominan las clases, obviamente siempre hablando en inglés todo lo posible y animando a los niños a sentirse seguros preguntando. Todos hemos tenido miedo de pequeños a preguntar algo por temor a que nos riñan por no entenderlo, conmigo eso no pasa. La paciencia es una virtud y la poseo en toda regla.
Por otra parte, muchas veces los padres tienen sugerencias o preferencias para la educación de sus hijos, por eso a parte de hablar con el alumno también tendría una breve conversación con los padres en caso de que quisieran informarme de algo en concreto o hacerme cualquier petición para/con sus hijos.
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