Laaziza Labrahimi Carmona

Mi experiencia como profesora particular comenzó en el año 2019. Por entonces, yo estaba en 1º de carrera y por las tardes, impartía clases a dos alumnas de mi colegio que cursaban 1º de Bachillerato. Tener a la misma profesora que yo tuve sin duda fue una ventaja. Sin embargo, como ya bien sabía por mi propia experiencia, 1º y 2º de Bachillerato son cursos bastante complejos. Por ello, intenté hacer las clases lo más amenas y dinámicas posibles.

Cuando doy clase a un nuevo alumnx, el primer paso es saber qué asignaturas quiere trabajar y en qué partes concretamente quiere hacer hincapié. Así, el segundo paso es más sencillo, ya que puedo organizar el resto de clases según los días con los que contemos y proponer una serie de ejercicios que se adapten a sus necesidades.

El último paso en cada sesión o el próximo día, si no hay suficiente tiempo, consiste en corregir los ejercicios y resolver las dudas que puedan surgir. Sinceramente, cuando empecé no sabía si mi labor como profesora particular sería de ayuda o no. Actualmente, tres años después, lo que sí puedo afirmar es que los cuatro alumnos que he tenido hasta el momento mejoraron bastante en las asignaturas que impartíamos.

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