Laura Bordoy

La forma de impartir clases es adaptable a cada alumno y a sus intereses o necesidades. Al haberme graduado hace poco de los estudios de Bachillerato, conozco de primera mano lo que implica tener un/a profesor/a de inglés con una metodología monótona y genérica, que se dedica a seguir las pautas del libro correspondiente a la asignatura. A pesar de ser novata en la enseñanza, me gustaría romper con esos esquemas y encontrar una manera en la que el alumno pueda disfrutar de la clase y no sienta dificultad a la hora de prestar atención. Creo que uno de los mejores métodos para ello es que el mismo alumno dé a conocer sus preferencias y gustos, para así poder moldear el método en el que se trasmite la información a su personalidad. Me gustaría reiterar en que es un proceso en el que yo también debo inducirme, y que requiere constancia y dedicación. También me gustaría destacar que dispongo de motivación de sobra como aprender, adquirir experiencia y mejorar; ya que llevo sintiendo pasión por el idioma desde que tenía 10 años, momento en el que decidí expandir mi conocimiento de manera autónoma. No solo gané experiencia y conocimiento a ello, sino que mi año de intercambio en Estados Unidos fue aquello que necesitaba para sentir dominio completo sobre el idioma. Duolingo y Netflix fueron mis mejores aliados, pero ahora me gustaría tomar el relevo.