Madrid CapitalSiempre quise tocar el violín, pero me parecía imposible aprender a tocarlo de adulto. Por fin con 43 años dí el paso y dos años después estoy cumpliendo mi sueño y soy capaz de tocar obras que nunca hubiera imaginado poder tocar. Esto solo ha sido ser posible por tener una profesora como Laura. Su excelente forma de entender la enseñanza, su infinita paciencia y sobretodo cómo es capaz de transmitir su amor por el violín hacen que, pese al esfuerzo que supone aprender a tocar un instrumento, estudiar y tocar con ella sea una experiencia única. Laura es la profesora perfecta para iniciarse de adulto en el aprendizaje del violín.
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