Quienes tengan la fortuna de poder contar con James J. Gatsby como profesor, notarán una gran diferencia con respecto a todos sus intentos anteriores de aprender o mejorar su inglés.
Cuando me lo recomendó una buena amiga de Edmond de Rothschild y seguidamente me habló de él una compañera de Moody's ( ! ) me dije : "Las coincidencias no existen".
Contacté con él sin siquiera molestarme en leer su apabullante currículum ni su impresionante trayectoria profesional.
No estaban equivocadas. Para James no hay "casos perdidos". No puedo estar más contenta ni más satisfecha con la enorme mejora que he visto y han visto en mí, en fluidez, confianza, vocabulario o comprensión en apenas unos meses de clases.
Un auténtico profesional, con una atención exquisita a cada una de tus dudas o dificultades que se te puedan presentar, incluso fuera del horario de clase. Eso para mi es impagable.
James J. Gatsby puede tener tarifa, pero no tiene precio.
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