Lucía Naranjo Narváez

Desde bien pequeña he tenido clara mi vocación por la educación. Siempre he estado rodeada de niños/as, de hecho, desde aproximadamente cuatro años, soy animadora de tiempo libre en una asociación juvenil los viernes por la tarde. Eso me llena y satisface.
Pienso que la educación y la diversión van de la mano, y que esto hace que mi profesión se convierta en todo un reto día a día lleno de aventuras y momentos que recordar.
Por otro lado, no hay mayor alegría y buen recuerdo de nuestra infancia que un buen profesor/a, que se dedique al cien por cien y cree un ambiente y relación docente-alumno/a buena, de calidad y cercana, facilitando así todo el proceso de enseñanza. Este es el recuerdo que quiero crear en mis alumnos/as a lo largo de mi vida, a parte de ofrecerles, como es lógico, la educación que se merecen, que les ayuden a labrarse un futuro digno y prometedor.
En conclusión, quiero darles a mis futuros alumnos/as lo mejor de mi, acompañándolos en el camino de la enseñanza y ayudándolos a levantarse de todos sus posibles fallos o errores, siempre viéndolos desde una perspectiva positiva en la que sacaremos un refuerzo y un aprendizaje. Divertirnos juntos y aprender yo también de ellos, para que nuestra relación profesor y alumno/a sea cercana, de confianza y sana, para así conseguir en mis clases un ambiente positivo, lleno de ganas por aprender, de nuevas experiencias y momentos para recordar. La educación es el futuro de todo!!!