Un hombre apasionado en lo que practica, siente y enseña, que tiene un don para transmitir sus conocimientos, basados en su propia experiencia, de una manera clara, empática y didáctica, con un toque de humor, al tiempo sanador y liberador. Encantado de disfrutar de sus clases, creciendo en la consciencia del cuerpo, para rescatar memorias bloqueadas de años de no usarlas, para darle espacio, flexibilidad, energía y equilibrio, sintonizando con su salud inherente, desde la presencia en la practica, una manera eficaz de seguir creciendo con mayor calidad de vida. Valoro y honro su sabiduría, su coherencia, su honestidad y su nobleza, en el trato personal y como profesor, que se refleja en muchos de sus alumn@s, lo que me da confianza para seguir a mi ritmo los hermosos aprendizajes que recibo de su persona. Gracias Luciano!!!