La paciencia es una virtud, y en el proceso de enseñanza es clave y fundamental de lado y lado. Como alumno, se debe estar dispuesto a intentar después de equivocarse varias veces, y como profesor comprender que cada alumno tiene un ritmo y forma de aprender cada tema.
Diría que Andreina es tan buena dando clases porque se toma el tiempo de comprender al alumno para adaptarse a sus necesidades, haciendo el proceso de enseñanza lo más llevadero. Además, con su humor, resplandor y buen humor, la clase se convierte en un espacio no solo de aprendizaje sino de goce, lo que hace que los alumnos se enganchen y presten atención porque suscita en ellos un genuino interés.
Otro factor que hace sus clases tan atrapantes es su amplio conocimiento musical, el cual busca transmitir a sus alumnos siempre cuidando de no abrumarlos. Cuando uno ve a un profesor tan interesado en algo, termina contagiándose del interés en los alumnos.
Recomendada, 10/10 aprendería música con tan buen ser humano.
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