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Lo que la meditación y la atención plena ofrecen es vivir este momento como un regalo, sea como sea, traiga lo que traiga. Y esto no es ni masoquismo ni resignación. Es aceptación de lo que hay, de lo que es. Cuando aprendemos que sufrir es una opción de la cual podemos deshacernos, nos liberamos de una gran carga. Aceptar es ver, mirar de frente lo que hay y saber que a eso, aunque puede ser molesto o doloroso, también puedes ponerle amor y vivir más tranquilamente con ello.
Puedes leer infinidad de artículos sobre la meditación y sus beneficios, pero lo mejor es dejar de hablar sobre ella y probar. Cada uno vivirá una experiencia única.
Cuando nos sentamos, lo hacemos sin ningún propósito en concreto, porque de lo contrario, llegaría la frustración al no ver realizado aquello que anhelamos y, sin embargo, nos perderíamos otras cosas que sí van llegando.
Algunos de los efectos que un meditador puede constatar a lo largo del tiempo son:
- Mayor apertura hacia el momento presente y hacia lo que sucede.
- Paulatina separación o relativización de los propios pensamientos, lo que conduce a una toma de conciencia de que son transitorios: aparecen, permanecen durante un tiempo y desaparecen.
- Mayor capacidad de sostenerse en las emociones, incluso en las más dolorosas o difíciles.
- A menudo, un estado de calma que surge de acallar la mente.
- Mayor aceptación de las circunstancias vitales.
Si quieres compartir momentos de consciencia, descubrimientos, cambios sutiles que te hagan la vida un poco más fácil, aprendiendo de manera activa, con sencillos ejercicios para aplicar en tu vida diaria, no dudes en hablar conmigo para conocer más detalles.
Tengo grupo abierto online (a través de Zoom) los lunes de 19:00 a 20:00 h.
Se pueden abrir más grupos.
Clase de prueba.
No hace falta experiencia.
Para más información, no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Te espero.
Namasté