Recibí educación bilingüe desde temprana edad y mis padres siempre procuraron que esté en constante contacto con el idioma. Gracias a esto tengo una buena relación con el idioma.
Mi idea es que los niños que aprendan conmigo también puedan disfrutar de aprender inglés.
Desde que empecé primaria las profesoras ya habían notado que yo iba más adelantada a la clase en cuanto inglés. Es así que por lo general me pedían que hiciera equipo y ayude a los compañeros que se les dificultaba más el idioma. Esta actividad continuó hasta 2do de bachillerato.
Al terminar el bachillerato decidí utilizar las herramientas que ya tenía con el idioma, y comencé a dar clases a niños de primaria que vivían en mi barrio. Al principio fué algo difícil, en especial con los más pequeños que tienen mucha energía. Pero aprendí a llamar su atención haciendo que su tarea sea un poco más interactiva.
La última experiencia que tuve fué a su vez la más desafiante.
Se trataba de un niña de 6 años con síndrome de Down. Debido a su condición me era más difícil lograr captar su atención cuando se trataba de realizar las tareas que necesitaba terminar. Pero logré más resultados cuando comencé a utilizar la música como apoyo.
Disfruté mucho ayudando a niños y es lo que quiero seguir haciendo.