Cuando comienzas a tocar la guitarra a veces se hace muy cuesta arriba.
Mucha gente lo deja después de un primer acercamiento al instrumento. No acaba de sonar bien, duelen las yemas de los dedos...
¡De hecho, a mí me pasó! Empecé a tocar con 14 años con una guitarra prestada, me frustré y lo dejé.
Afortunadamente, un par de años más tarde, un amigo de mi hermana se ofreció a darme clases y todo cambió.
Me ayudó y acompañó hasta cruzar lo que yo llamo "la frontera de no retorno"; ese punto en el que empiezas a poder tocar tus canciones favoritas, a disfrutar verdaderamente de tocar la guitarra... Y ya no hay vuelta atrás, ya no podrás apartarte nunca más de tu guitarra.
Como ves, por propia experiencia he aprendido que los pequeños consejos de un profesor o alguien que sepa tocar un poco mejor son una ayuda tremenda y un gran paso adelante en nuestra forma de tocar.
Cuanto más mejoramos, más canciones podemos aprender (o componer, si te animas a ello) y esto ayuda a apasionarse aún más por el instrumento.
Gracias al impulso de aquel profe, llevo más de 15 años tocando en varios proyectos, tocando en directo y grabando más de 5 álbumes en estudio y disfrutando al máximo de la música.
Aprende conmigo a tocar tus canciones favoritas. ¡Merece la pena!